La cultura digital: El nuevo lenguaje de la educación

La cultura digital: El nuevo lenguaje de la educación

Desde la primera infancia, los estudiantes aprenden a usar la tecnología de forma crítica, creativa y segura. Docentes capacitados, herramientas innovadoras y metodologías activas impulsan este cambio.

En un mundo que cambia a la velocidad de un clic, la educación también se transforma. Hoy más que nunca, preparar a los niños, niñas y adolescentes para el futuro implica dotarlos de herramientas digitales, pensamiento crítico y una relación sana con la tecnología.

Es por eso que en Dunalastair, parte del Grupo Cognita, una red de más de 100 colegios alrededor del mundo, están convencidos de que la cultura digital no es solo saber usar un tablet o una app, sino construir, desde sus valores, una forma consciente, ética y colaborativa de habitar el mundo digital.

“Para nosotros, la cultura digital tiene que ver con construir una visión educativa donde la tecnología potencie el desarrollo de competencias digitales esenciales en los estudiantes”, explica Macarena del Castillo, Coordinadora de Cultura Digital de Dunalastair School.

Desde pequeños, protagonistas del cambio

En Dunalastair, educar con propósito significa preparar a los estudiantes para ser ciudadanos del siglo XXI, capaces de desenvolverse con responsabilidad, creatividad y confianza en entornos digitales. Por eso, promueven el concepto de Digital Enabled Learners, jóvenes que no solo usan la tecnología, sino que aprenden con ella para mejorar el mundo.

Como señala Mario Saavedra @macgenio, experto en educación digital: “Enseñar sin cultura digital hoy es como enseñar a nadar sin agua. ¿Queremos formar niños preparados o turistas en el mundo digital? Porque ese mundo ya está aquí, no es una novedad ni una elección bonita. Los niños hoy nacen haciendo scroll antes de caminar, pero eso no significa que entiendan lo que están haciendo.”

La incorporación de la tecnología en Dunalastair comienza de forma paulatina, adaptada a cada etapa del desarrollo. Desde Prekinder, los estudiantes comienzan a aprender sobre ciudadanía digital mediante sesiones integradas en el Programa de Desarrollo Personal y Social (PDPS), que suma contenidos del prestigioso referente Common Sense Education, iniciativa estadounidense que ofrece recursos para enseñar ciudadanía digital y uso responsable de la tecnología en niñas, niños y jóvenes.

En 1° básico, los niños y niñas comienzan a utilizar tablets con fines pedagógicos muy concretos a través de diversas aplicaciones. Una para matemáticas gamificada, Eduten (3° a 6° básico) y otra para la enseñanza de pensamiento computacional y ciudadanía digital a través de la plataforma Code.org (1° a 6° básico).

“La cultura digital no es saber usar un iPad para ver monitos en YouTube, es comprender el entorno en el que crecen: desde saber lo que es una huella digital hasta entender por qué TikTok les muestra lo que les muestra. Es urgente que desde pequeños entiendan cómo proteger su información, cómo comunicarse de forma respetuosa en línea y cómo ser ciudadanos digitales activos, no zombies pasivos del algoritmo”, agrega Saavedra.

Esta incorporación temprana permite un desarrollo progresivo de las competencias digitales, que se consolidan a lo largo de la trayectoria escolar.

¿Qué es ser un estudiante digital?

En Dunalastair, formar estudiantes digitales implica desarrollar cuatro grandes competencias, de forma articulada en todas las etapas de los estudiantes:

  • Ciudadanía digital: actuar con responsabilidad y seguridad en entornos virtuales, construir una huella digital positiva y autorregular el tiempo frente a pantallas.
  • Aprendizaje digital: utilizar herramientas tecnológicas para investigar, crear y organizar información, respetando principios de probidad académica.
  • Colaboración digital: trabajar en equipo y comunicarse eficazmente a través de plataformas digitales.
  • Innovación digital: aplicar metodologías como el Design Thinking para detectar problemas, idear soluciones, prototiparlas y comunicarlas con creatividad.

Tecnología al servicio del aprendizaje

Dunalastair se ha transformado en un laboratorio vivo de innovación educativa. En Junior School (1° a 6° básico), además de utilizar aplicaciones de pensamiento computacional y lectura adaptativa, se incorpora el programa Eduten, una plataforma de matemáticas finlandesa basada en gamificación, que convierte el aprendizaje en un entorno lúdico, adaptativo y efectivo.

En Senior School (7° básico a IV° medio), se profundiza el desarrollo tecnológico mediante el uso del FabLab, Fabrication Laboratory. Un laboratorio de fabricación digital donde los estudiantes pueden diseñar, prototipar y construir usando tecnologías de vanguardia como cortadoras láser, impresoras 3D, software de diseño 2D y 3D y acceso a talleres de robótica para quienes desean ir más allá del currículum.

Además, como parte de los Innovation Labs de Cognita Schools, ha comenzado un piloto, a través de incorporación progresiva y guiada de Inteligencia Artificial Generativa, de Realidad Virtual (VR) en 8° básico de Dunalastair Las Condes, donde los estudiantes participarán en clases de bioscience inmersivas mediante lentes de VR. Los docentes han sido capacitados para diseñar experiencias auténticas y significativas con esta tecnología.

La transformación digital no solo involucra a los estudiantes, los docentes también son agentes clave del cambio. Dunalastair ha establecido un modelo de formación continua enfocado no solo en el uso técnico de plataformas, sino en repensar la enseñanza desde su raíz.

Uno de los modelos que guía este proceso es PICRAT, que ayuda a los docentes a evaluar cómo la tecnología afecta tanto el grado de involucramiento del estudiante como la intención pedagógica del profesor.

dunablog-5 (1)

Además, el colegio impulsa una cultura de desarrollo profesional constante a través de jornadas de reflexión pedagógica y capacitación continua. Los docentes cuentan con espacios digitales dentro de la institución, donde acceden a seminarios, webinars y charlas, enfocados en innovación educativa. Por otra parte, se fomenta fuertemente el aprendizaje colaborativo, generando instancias en las que los equipos docentes comparten buenas prácticas para enriquecer su labor en el aula. Por último, cada sede de Dunalastair cuenta con Digital Learning Champions, profesores líderes que apoyan la integración de tecnología y promueven una cultura institucional de innovación.

“Nuestro foco es acompañar a los profesores en el mindset del docente en la era digital”, señala Macarena, quien además agrega que “El cambio no es solo técnico, es también pedagógico y cultural”.

En la misma línea, Saavedra destaca el papel clave de los profesores: “El rol de ellos hoy es ser facilitador, curador, guía y hasta coach emocional digital. Pero para lograr eso, hay que dejar de lanzarlos al agua sin salvavidas. Capacitación constante, mentorías reales, espacio para equivocarse y crear comunidad son clave. Y algo aún más urgente: escucharlos.

Actualmente el Grupo Cognita está vinculado con importantes referentes internacionales que impulsan esta digitalización. Expertos del MIT (Massachusetts Institute of Technology), durante los últimos tres años han venido a nuestro colegio a realizar cursos de programación Python, básico y avanzado, para estudiantes de I° a IV° medio. Esto para compartir experiencias y desafíos con estudiantes interesados en ciencia, tecnología y robótica. Estas instancias permiten ampliar horizontes, motivar a los estudiantes a desafiarse y conectarse con estándares globales, preparándolos para un mundo cada vez más interconectado.

Familias conectadas al proceso

Por otra parte, sabemos que este cambio también debe involucrar a las familias. Por eso, desde el área de bienestar y autocuidado digital, se desarrollan seminarios, charlas, talleres y encuentros padre-hijo adaptados a cada edad.

Acá se abarcan temas como la huella digital, uso de redes sociales, ciberacoso y desconexión digital entre otros. Se trata de un ciclo de instancias que se enmarca dentro del D-Parents, un acompañamiento a nuestras familias desde Playgroup hasta IV° medio. Para el experto en cultura digital, el rol de las familias en el uso de la tecnología en nuestros niños es fundamental: “El error es pensar en extremos: o la niegan y la restringen como si fuera una droga dura, o la reparten como dulces sin supervisión. El equilibrio está en usar tecnología con propósito. ¿Para qué sirve esta app? ¿Me ayuda a aprender o me distrae? ¿Estoy más conectado o más solo?”

Dunalastair: innovación con propósito

En línea con las tendencias globales, como el aprendizaje personalizado, la incorporación de IA en el aula y el desarrollo de habilidades del siglo XXI, Dunalastair no solo sigue el ritmo: marca el paso.

En esta línea es que se creó un Consejo Académico Consultivo, que busca reconocer y examinar tendencias educativas internacionales, con el fin de integrar aquellas que aporten valor al proyecto educativo. La cultura digital es uno de los punto clave del Consejo, presidido por John Mackenzie, que está monitoreando de cerca lo que está pasando en los países más avanzados en este tema y también adelantándose a lo que está por venir.

La visión a futuro es clara, seguir innovando para que cada estudiante tenga la posibilidad de crear, explorar y comunicar desde sus propios intereses, y que tanto profesores como familias se sientan parte de este desafío común.

“Espero que nuestros estudiantes continúen accediendo a nuevas tecnologías para crear y comunicar sus aprendizajes, que los profesores se sientan seguros de brindarles oportunidades en la era digital y que exista un ecosistema que las habilite”, concluye Macarena del Castillo.

Porque la educación del futuro se construye hoy, Dunalastair ya comenzó.

Queremos seguir en contacto contigo. ¿Te gustaría recibir más contenidos sobre Dunalastair?

Comparte en tus redes sociales:

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp

Hablemos de innovación: Dunalastair como pionero en educación sostenible

Hablemos de innovación: Dunalastair como pionero en educación sostenible

En un mundo cada vez más afectado por el impacto que tiene el ser humano sobre la naturaleza, la sostenibilidad se ha convertido en un concepto clave dentro de la educación. Pero, ¿qué significa realmente este término? La sostenibilidad es el equilibrio entre el uso de recursos naturales, el desarrollo económico y el bienestar social sin comprometer a las futuras generaciones.

Reducir la huella de carbono es una de las estrategias fundamentales para lograr la sostenibilidad, ya que permite minimizar el impacto ambiental, combatir el cambio climático y promover el uso responsable de los recursos. Las acciones sostenibles, como el uso de energías renovables, la eficiencia energética y el reciclaje, entre otros, contribuyen a disminuir esta huella y a construir un futuro más equilibrado y amigable con el planeta.

Actualmente el mundo exige respuestas concretas, es por eso que Dunalastair —parte de Grupo Cognita, una red de más de 100 colegios alrededor del mundo, que también cuenta con una estrategia de sostenibilidad, como explican en su Reporte de Sostenibilidad 2023, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU— ha asumido un rol protagónico respecto a esta temática. No se trata solo de enseñar teoría en las salas de clases, sino de aplicar principios para cuidar el entorno en la práctica diaria. A través de una serie de iniciativas innovadoras, se han propuesto reducir el impacto ambiental y fomentar la conciencia sobre el mundo que los rodea.

“La sostenibilidad no es solo un tema más: es una mirada transversal que enriquece todas las áreas del conocimiento y potencia liderazgos con sentido. Cuando los estudiantes aprenden desde pequeños a cuidar el entorno y valoran los recursos naturales, se convierten en agentes de cambio”, explica Felipe León, director de Diario Sustentable.”

Josefina Montero, estudiante de I° medio de Dunalastair y parte del ‘Green Team’ del colegio, señala: ‘En mi experiencia, el colegio me permitió entender cómo uno podía ayudar al medioambiente con hábitos sencillos. Y que es posible ser una ayuda sin tener que sacrificar nada, sino que con costumbres y teniendo conciencia de cómo afectan tus acciones al medio.’

Por su parte, el profesor Sebastián Cáceres, de ciencias naturales y biología del mismo establecimiento, es claro en agregar: ‘Creo que en mi familia lo más importante es la educación ambiental, comprender que los cambios que está sufriendo el clima de nuestro planeta no son naturales y que, como especie, debemos adaptarnos a estas nuevas condiciones, y para hacerlo hay muchas alternativas. Pero creo que lo más importante es comprender que no está bien sentir angustia respecto a lo que está ocurriendo en el planeta. Todos tenemos que aportar, pero el real impacto de lo que está pasando está bastante lejos de lo que tú puedes controlar inmediatamente.’

Midiendo para mejorar: Huella de Carbono y el Sello Huella Chile

Comprometerse con el medioambiente requiere medir el impacto y tomar decisiones informadas. Por eso, el año 2022, la institución comenzó a implementar un sistema de medición de la huella de carbono, que permite evaluar sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y buscar estrategias para reducirlas. Gracias a este esfuerzo, por dos años consecutivos han recibido el Sello Huella Chile, un importante reconocimiento otorgado por el Ministerio del Medio Ambiente que certifica a las organizaciones que trabajan activamente en la reducción de su impacto ambiental.

“No basta con hacer pequeños cambios, es necesario medir el impacto para saber cuáles son nuestras áreas de mejora. Con esta certificación, reforzamos nuestro compromiso con la sustentabilidad”, afirman desde la comunidad educativa.

El especialista en temas de sustentabilidad, que cuenta con uno de los medios de comunicación más importantes de Chile en estas materias, agrega: ‘Que los colegios midan su huella de carbono refleja un compromiso real con el medioambiente y los posiciona como referentes educativos con visión de futuro’. Además, destaca que: ‘Medir la huella conecta a estudiantes y docentes con una acción concreta que impacta positivamente al planeta, enseñando con el ejemplo’.

Para el colegio, este logro es solo el comienzo de un camino por el medioambiente, que es columna vertebral en su educación, ya que están trabajando arduamente en el desarrollo de una meta de reducción y una política de sostenibilidad que refuerce su rol como agentes de cambio.

Energía solar: un paso firme hacia la sustentabilidad

Siguiendo esta misma línea, el establecimiento escolar ha apostado por la energía renovable con la instalación de una planta fotovoltaica en su sede de Chicureo, un hito clave en su compromiso ambiental. Este sistema, diseñado para abastecer gran parte del consumo eléctrico del colegio, no solo reduce significativamente la dependencia de fuentes de energía convencionales, sino que también disminuye la emisión de gases de efecto invernadero (GEI). La planta es un claro ejemplo de cómo la tecnología puede integrarse en la educación para generar cambios positivos y concretos.

“Queremos que nuestros alumnos sean testigos de que la transición hacia un modelo sustentable es posible y que la energía solar es una solución viable para cualquier institución”, explican desde la dirección del colegio.

Otro claro ejemplo del rumbo que está tomando la institución hacia la sostenibilidad es el sistema de compostaje que han instaurado. De la mano del Sr. Compost, la iniciativa nace como un piloto desde el laboratorio de la sede de Chicureo, a cargo de profesoras del Centro de Desarrollo Científico (DDC) y tres alumnas de séptimo básico. Hoy trabajan a toda máquina para replicar el modelo en las sedes de Las Condes y Peñalolén. Esta iniciativa permite transformar los restos de comida en abono natural, cerrando el ciclo de los residuos y fomentando la economía circular.

El compost generado es utilizado en la huerta escolar, un espacio donde los estudiantes pueden aprender sobre agricultura sustentable y alimentación saludable. Sin embargo, a través de lo anterior, se estudian más alternativas gracias a la alta cantidad de humus y lixiviado que han logrado extraer. Este último concepto hace alusión al líquido que se forma cuando el agua se filtra a través de materiales sólidos, como residuos sólidos o suelos, disolviendo y transportando sustancias químicas.

Es un problema ambiental en vertederos, ya que puede contaminar el suelo y las fuentes de agua si no se gestiona adecuadamente. La idea es inculcar en los niños y niñas la importancia de reducir los desechos y comprender que cada acción cuenta en la lucha por un mundo comprometido con el medio ambiente. Este proceso produce un fertilizante rico en nutrientes que puede ser utilizado para enriquecer el suelo en jardines y huertos.

Dentro de este contexto, el colegio adoptó el método Bokashi, compostaje anaeróbico que utiliza microorganismos para descomponer los restos de alimentos y otros desechos orgánicos.

Si bien estos son los proyectos más emblemáticos, Dunalastair ha desarrollado diversas iniciativas para consolidar su compromiso ambiental. Entre ellas se encuentra el Green Team: profesores a cargo de un grupo de estudiantes voluntarios que lideran actividades ecológicas y de sensibilización dentro de la comunidad educativa; o bien el proyecto de reforestación, programas para restaurar ecosistemas locales y de la Asociación de Colegios Británicos de Chile (ABSCH).

Un esfuerzo comunitario

El compromiso de Dunalastair con la sostenibilidad trasciende las aulas y se convierte en un modelo a seguir para otras instituciones. Con cada panel solar instalado, cada kilo de residuos compostados y cada estudiante involucrado, el colegio demuestra que la educación puede ser una poderosa herramienta de cambio.

Desde las políticas gubernamentales hasta la participación de las familias, cada acción cuenta para construir un futuro más responsable con el planeta. La tarea de formar ciudadanos comprometidos con el medioambiente empieza en las aulas, pero su impacto puede trascender generaciones.

‘La sostenibilidad se construye colectivamente, y la comunidad escolar es el corazón de ese cambio. Profesores que integran temas ambientales, estudiantes que impulsan campañas y familias que replican hábitos en casa, generan un ecosistema coherente y poderoso’, señala León.

Ejemplos como el de Dunalastair nos recuerdan que construir un futuro más sostenible es posible, y que cada acción cuenta en el desafío de proteger el planeta. En este sentido, la pregunta es clara: ¿estamos realmente preparados para asumir el desafío? La respuesta depende de la voluntad colectiva de educar con conciencia y actuar con responsabilidad.

¿Cómo podemos seguir aportando? ¿Qué más necesitamos saber? Claramente mucho, pero podemos avanzar poco a poco.

Queremos seguir en contacto contigo. ¿Te gustaría recibir más contenidos sobre Dunalastair?

Comparte en tus redes sociales:

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Buscar