Educar con emoción: la apuesta socioemocional de Dunalastair
Además de los logros académicos, lo que marcará a los estudiantes para toda la vida son las herramientas para conocerse, regular sus emociones y construir relaciones sanas. En Dunalastair, el bienestar está en el centro del aprendizaje.
En los últimos años, la Educación Socioemocional —o SEL, por sus siglas en inglés: Social Emotional Learning — ha ido ganando protagonismo en colegios de todo el mundo.
Naciones como Finlandia, Singapur o Canadá la han integrado como parte central de sus programas, convencidos de que las habilidades para reconocer y gestionar emociones, trabajar en equipo y resolver conflictos son tan importantes como aprender matemáticas o ciencias. La UNESCO y la OCDE han enfatizado que el bienestar y la salud mental de los estudiantes son condiciones esenciales para el aprendizaje profundo. Esta tendencia global responde a una necesidad urgente: formar a niños y jóvenes que no solo se nutran de conocimientos, sino que también sean capaces de vivir con equilibrio, empatía y resiliencia en un mundo en constante cambio.
En Dunalastair están convencidos de que educar no es solo transmitir contenidos, es formar personas íntegras, autónomas, resilientes y capaces de enfrentar los desafíos de la vida con confianza y bienestar. Forman estudiantes que son agentes de su propio aprendizaje a través de la seguridad. Por eso, la Educación Socioemocional no es un complemento de su proyecto educativo, sino un pilar que cruza cada rincón de la vida escolar. Como resume Rosario Borel, Safeguarding Director: “Sin bienestar no hay aprendizaje profundo”.
Su mirada es clara: enseñar solo tiene sentido si va acompañado de vínculos, de un espacio seguro y de estudiantes que se sienten vistos, escuchados y valorados. No es casualidad que una de las frases que más los identifica sea: “Si no puedes emocionar, no puedes enseñar”. Rosario explica que el aprendizaje ocurre cuando hay vínculo, cuando el profesor conecta con sus estudiantes y logra que cada clase sea una experiencia de confianza. “Nuestros docentes buscan que la emoción sea motor del aprendizaje, generando espacios seguros donde los niños puedan equivocarse, crear y expresarse sin miedo”, añade.
Ignacia Montes, psicóloga infanto-juvenil con más de 10 años de experiencia, explica que el aprendizaje se dificulta cuando no están las condiciones óptimas: “Cuando un niño se siente en un ambiente amenazante (estos pueden ser ambientes con poca claridad en la rutina, donde hay gritos, se siente juzgado o recibe críticas), el sistema nervioso interpreta el entorno como inseguro y entra en modo supervivencia. En este estado, la energía disponible va a protegerse, no a aprender”.
La evidencia lo confirma: cuando los estudiantes logran regular sus emociones, manejar la frustración o trabajar en equipo, su rendimiento académico mejora directamente. Se concentran más, desarrollan resiliencia y se sienten motivados para seguir aprendiendo. En Dunalastair cuidan tanto lo académico como lo socioemocional porque saben que ambos se potencian mutuamente. Desde los más pequeños en Infant, pasando por los de edad mediana en Junior, hasta los jóvenes de Senior, cada etapa cuenta con estrategias adaptadas, creadas por nuestros Equipos Multidisciplinarios (EMD): juegos de exploración emocional, rutinas en aula, comunidades de curso, liderazgo y preparación para la vida universitaria. Todo dentro de un marco coherente que acompaña a los estudiantes en cada paso de su trayectoria escolar.
La educación socioemocional en Dunalastair no se queda en el discurso: se vive en el día a día. Existen iniciativas como el Programa de Desarrollo Personal y Social (PDPS), donde se trabajan temas como la sana convivencia, el autocuidado y la salud mental; la sala de contención emocional, que muchos llaman con cariño “la enfermería del corazón”; y los HITOS familiares, encuentros entre padres, madres e hijos que invitan a conversar sobre temas del desarrollo vital y fortalecen el vínculo familiar. A esto se suman las Assemblies y Class Councils, que permiten escuchar la voz de los estudiantes, y celebraciones como el Global Be Well Day, un día al año en el que los más de 100 colegios de Cognita alrededor del mundo se unen para recordar que el bienestar es un compromiso colectivo, asignando una temática, que este año es “Connect”. Este encuentro invita a conectar con nosotros mismos, con nuestros pares y con el entorno, y se vive con gran emoción en Europa, Estados Unidos, Asia, Medio Oriente, Latinoamérica y, por supuesto, en Dunalastair.
Nada de esto tendría el mismo sentido sin la participación de las familias. Como recalca Rosario: “Los apoderados son socios esenciales, conforman nuestra triada más importante: familia, colegio y estudiante”. Por eso, los talleres, charlas y los HITOS buscan entregar herramientas que permitan a los padres acompañar en casa lo que se trabaja en el colegio. La coherencia entre ambos espacios es clave para consolidar hábitos de autocuidado, comunicación efectiva y resolución de conflictos. Ignacia Montes complementa: “Hoy necesitamos familias y colegios que promuevan espacios donde niños, niñas y jóvenes tengan la oportunidad de aprender y equivocarse sin juicio, donde se ofrezcan espacios reales de intercambio de opiniones y donde puedan confiar en ellos mismos y en los demás”.
Para el colegio, el mensaje es claro: la Educación Socioemocional es la base de un aprendizaje integral y duradero. “Educar no es solo enseñar contenidos, sino formar personas íntegras y resilientes. La educación socioemocional entrega a los niños herramientas para enfrentar la adversidad, construir relaciones sanas y tomar decisiones responsables”, enfatiza Rosario. En esta línea, Ignacia refuerza: “Los colegios deben ofrecerse como un lugar seguro, donde los estudiantes se sientan parte de un grupo que los valora tal cual son, donde el foco esté en promover la seguridad y no la perfección, y donde el valor no esté puesto en lo que logran, sino en quienes son”.
Como parte de la red Cognita, Dunalastair se alinea con estándares internacionales en bienestar y Safeguarding, garantizando que todos los estudiantes crezcan en un entorno seguro, libre de abusos y daños. Este compromiso se refleja en capacitaciones permanentes a la comunidad escolar, en protocolos claros de prevención y actuación frente a riesgos, y en la promoción activa de una cultura de buen trato y autocuidado también en el ámbito digital. Inspirados en los principios de la Convención sobre los Derechos del Niño, estos lineamientos buscan asegurar que cada niño, niña y adolescente pueda desarrollarse de manera plena y equilibrada en lo académico, lo social y lo emocional. En coherencia con ello, el colegio mantiene estrictas políticas de reclutamiento seguro, con procesos de selección rigurosos —que incluyen la revisión de antecedentes incluso antes de las entrevistas— y la formación de todos los candidatos en Safeguarding.
Para Dunalastair, educar con emoción es educar para la vida. Y en ese camino, colegio y familias avanzan juntos, convencidos de que el bienestar de los estudiantes es la mejor herencia que se les puede entregar.